lunes, 29 de julio de 2013

XVIIº DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Celebramos hoy el XVIIº Domingo del Tiempo Ordinario, en la que reforzamos nuestra unidad en torno a Dios Padre. Hoy Jesús nos va a enseñar que somos comunidad y no individualidades. Nos enseña a rezar llamando al Padre “Nuestro” y no “Mío”. Nos reunimos en esta asamblea que es la Eucaristía como comunidad unida y viva y jamás como una reunión de extraños. Somos grupo y ese grupo reza al Padre que es Nuestro, esa es la extraordinaria enseñanza que nos deja hoy y siempre Jesús.

“Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste”,
 esta es la respuesta del Salmo de este domingo. Podemos decir que esta respuesta encierra toda la enseñanza de este domingo, la resume como una invitación a la oración. Oración que hacemos en las distintas circunstancias de nuestra vida, para agradecerle a Dios lo bueno que tenemos, para pedirle las cosas que necesitamos, para implorarle cuando estamos
en dificultades, para glorificarlo cuando reconocemos su grandeza. La oración es esa relación que con fidelidad debemos tener con nuestro Padre Dios.
La Primera Lectura (Gen 18,20-32) nos habla del poder de la oración del justo por los que no lo son. Abraham se compadece de Sodoma e intercede por ellos ante Dios.
La Segunda Lectura (Col 2,12-14) se nos presenta el valor salvador de Cristo. Pablo señala que el misterio pascual de Cristo está presente en el bautismo y su poder regenerador alcanza a todos por la fe. Nos dice, además, que Dios nos dio la vida en Cristo, perdonándonos todos los pecados.

Finalmente, el Evangelio (Lc 11,1-13), nos anima a suplicar al Señor con confianza de que somos escuchados, sin dudar jamás del amor de Dios para con nosotros.La importancia de la oración, continua plasmada en una bella parábola que hoy Jesús nos comparte "La parábola del amigo inoportuno".
En este día el Señor nos invita a ser constantes en la oración,a no dudar del amor que Dios tiene por cada uno de nosotros, y a tener plena confianza de que nos escucha y nos da lo que necesitamos, porque un Padre siempre busca y quiere lo mejor para sus hijos. 

«Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; 
llamad y se os abrirá.
 Porque todo el que pide, recibe; 
el que busca, halla; y al que llama, 
se le abrirá.(Lc 11, 9-10)



martes, 23 de julio de 2013

EL PAPA FRANCISCO EN LA JMJ EN RÍO DE JANEIRO

“Un pueblo tiene futuro con la fuerza de los 
 jóvenes y los ancianos”



El Papa Francisco ya se encuentra en Brasil para, como él mismo manifestó a los periodistas antes de despegar en su vuelo hacia la JMJ de Río de Janeiro, estar con los jóvenes: “Voy a encontrarme con los jóvenes”, dijo Su Santidad, jóvenes no aislados sino inmersos en la realidad de todos los días, también porque su aislamiento es “una injusticia”. Los jóvenes, afirmó, tienen una pertenencia precisa, pertenecen a una familia, a una patria, a una cultura y a una fe. Por tanto, tienen una riqueza que constituye el futuro de un pueblo, pero – añadió el Papa Francisco – el futuro es también de los ancianos, porque son depositarios de una “sabiduría de vida”, de la historia, de la patria y de la familia. “Un pueblo tiene futuro si va adelante con la fuerza de los jóvenes y con los ancianos”.
Después hizo una reflexión sobre la crisis económica mundial y sobre la situación de muchos jóvenes por encontrase sin trabajo. “Corremos el riesgo de tener una generación que no tenga trabajo”, afirmó el Papa, añadiendo: “es del trabajo de donde viene la dignidad de la persona”, “del ganarse el pan”. De ahí un pensamiento sobre la cultura del derroche que se refleja en el hecho de dejar de lado a los ancianos, mientras que es necesario en cambio promover “una cultura de la inclusión, una cultura del encuentro”.
A su llegada a la capital brasileña, el Santo Padre manifestó “No tengo oro ni plata, pero traigo conmigo lo más valioso que se me ha dado: Jesucristo.
Así, el Papa Francisco saludó a los jóvenes y a todos los peregrinos presentes en la Jornada Mundial de la Juventud.Según Su Santidad, es primordial que se entregue oportunidades a todos los jóvenes. Decía esto en su discurso: “La juventud es la ventana por el cual entra el futuro en el mundo y, por tanto, nos impone grandes retos. Nuestra generación se mostrará a la altura de la promesa que hay en cada joven, cuando sepa ofrecerle espacio” 

Además recalcó, que el Señor cree en la juventud y les confía la misión de evangelizar. “Cristo tiene confianza en los jóvenes y les confía el futuro de su propia misión. Vayan y hagan discípulos entre todas las naciones. Vayan más allá de las fronteras de lo humanamente posible y creen un mundo de hermanos y hermanas. Pero también los jóvenes tienen confianza en Cristo: no tienen miedo de arriesgar por Él la única vida que tienen, porque saben que no serán defraudados”.


lunes, 22 de julio de 2013

XVIº DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Hoy celebramos el XVIº Domingo del Tiempo Ordinario. En cada eucaristía, como María, la hermana de Marta, nos ponemos a los pies de Jesús para recibir de Él una palabra de aliento y de vida.
El evangelio de hoy nos muestra la visita de Jesús de Nazaret, a María, Marta y Lázaro. Marta y María quieren agasajarle y cada una lo hace de una manera. La actitud de María y Marta nos trae la idea de trabajar para el Reino de Dios desde la acción o la contemplación. Pero también se pone de manifiesto el principio de la hospitalidad. Jesús es huésped de sus amigos y ellos se desviven para atenderle.



El sentido de la hospitalidad para con Dios está plasmado en las lecturas que escuchamos en este XVIº Domingo del Tiempo Ordinario.
En la primera lectura (Gn 18,1-10a), Dios, a través de tres personas se presenta ante Abrahán, quien impresionado por la visión y los personajes le dice que si ha alcanzado su favor que no pase de largo, sino que reciba alguna atención de su parte en su casa. Y Dios, en los tres personajes se detiene, recibe la ofrenda de Abrahán, los panes y el guiso, y cuanto tenía para ofrecer. Y Dios le premia su generosidad anunciándole que dentro de un tiempo, cuando regresase, encontraría el hijo que tanto había pedido, engendrado por su esposa Sara. Dios al ver la fe de Abrahán le prometió una descendencia infinita, como las estrellas del cielo o las arenas de los mares. Y el cumplimiento de esa promesa había llegado, como un regalo a la fe y al espíritu de servicio de Abrahán.
El salmo recitado hoy dice: "Señor, ¿quien puede hospedarse en tu tienda?" ,y nos enseña que estar en la morada de Dios, estar en su tienda significa estar en comunión íntima con él, como estamos en comunión en nuestras casas con nuestras familias. Una casa, un hogar, una morada debe ser eso, un lugar donde se viva el amor, la armonía y el respeto mutuo, donde todos sus habitantes contribuyan con su ejemplo y esfuerzo a construir un ambiente de paz. La casa de Dios debe ser la casa de todos.
Y en la segunda lectura (Col 1,24-28),  es Pablo quien, en la aceptación total que de Cristo da en su cuerpo, utiliza una muy especial hospitalidad a la presencia total de Jesús en él.El sufrimiento es un signo de la cruz de Cristo. San Pablo, en su carta a los Colosenses, se alegra de sus penas y sufrimientos porque así "completa en su carne lo que falta a la pasión del Señor". A través del dolor, el apóstol 
se identificó con Cristo. 
En el Evangelio, Marta y María, cada una a su modo, se esfuerzan por ofrecer su hospitalidad a Jesús. Y Él, el Señor, en su conversación con las dos hermanas de Betania va a definir sendas formas de vivir la espiritualidad, con una actitud de servicio y escucha al prójimo, amándolo como a nosotros mismos.

La hospitalidad debe de ser distintivo de una casa cristiana. Como Abrahán, en la primera lectura, y a pesar de los sufrimientos, como nos dice San Pablo en la segunda lectura,  o como la acogida que Marta y María hacen a Jesús en su hogar, también nosotros hemos de manifestar que, en nuestra cercanía y brazos abiertos, es donde testimoniamos nuestra vida de fe.

Como hemos escuchado en la Liturgia de hoy  Dios viene a nuestra casa para convertirla en su Casa, para que nosotros habitemos en Él. Todos los días el Señor nos visita y quiere ser recibido: en nuestras familias, en nuestros corazones y en nuestras vidas; para transformarnos con su presencia.


Soy Marta cuando pongo en el centro de todo mi esfuerzo
Tú eres María si me haces ver a Dios como fuente de todo
Soy Marta si pierdo el control por lo que me empuja
Tú eres María si me induces al equilibrio y a la esperanza
Soy Marta cuando pienso que en la velocidad reside el triunfo
Tú eres María por frenar mis caprichos y mis impulsos
Soy Marta cuando busco y no alcanzo, 
cuando trabajo a tiempo y destiempo, 
cuando pongo el acento en la pura materialidad.
Tú eres María cuando, simplemente, me invitas a pararme un poco
y ese poco, que es mucho, es ni más ni menos que JESÚS.

miércoles, 17 de julio de 2013

FESTIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

Hoy,16 de julio se celebra la festividad marinera de Nuestra Señora la Virgen del Carmen, con la procesión y el tradicional paseo por las aguas de la bahía por el cual quedan bendecidas por nuestra Madre.Esta es una fiesta de gran tradición marinera, ya que la Virgen del Carmen es la Patrona de los marineros.

Un poco de historia
En el Monte Carmelo,monte en el cual el profeta Elías consiguió que el pueblo de Israel volviera a dar culto a Dios y en el que, más tarde, algunos, buscando la soledad, e inspirándose en la figura de Elías, se retiraron para hacer vida eremítica, dando origen con el tiempo a una orden religiosa de vida contemplativa (Los Carmelitas), que tiene como patrona y protectora a la Madre de Dios.
Desde el comienzo los Carmelitas han sido conocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen. Ellos interpretaron la nube de la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María Inmaculada. Ya en el siglo XIII, cinco siglos antes de la proclamación del dogma, el misal Carmelita contenía una Misa para la Inmaculada Concepción. La Virgen del Carmen, o del Monte Carmelo, acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por todo el mundo.
El escapulario de la Virgen del Carmen es un símbolo de la protección de la Madre de Dios a sus devotos, y se lo entregó en una aparición la Santísima Virgen al General de la Orden del Carmen; San Simón Stock, según la tradición, el 16 de julio de 1251, con estas palabras: «Toma este hábito, el que muera con él no padecerá el fuego eterno»


Oh, Madre de todos los hombres,
Soberana de mi vida y de mi conducta,
dispón de mí y de todo lo que pertenece
para que camine siempre en el Evangelio
bajo tu guía, oh Estrella del Mar.
Oh Reina del Cielo y de la Tierra,
Madre Santísima del Redentor,
soy todo(a) tuyo(a), oh Virgen del Carmen,
y a Ti quiero unirme ahora y siempre
para adorar a Jesucristo, junto a los Ángeles
y a los Santos, ahora y 
siempre 
por los siglos de los siglos.
Amén.

lunes, 15 de julio de 2013

XVº DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Celebramos hoy, el XVº Domingo del Tiempo Ordinario.
En cada Eucaristía, el Señor se hace presente entre nosotros haciéndonos sensibles a su llamada y, además, sensibles a los problemas de los demás. En el Evangelio de hoy, se nos interpelará a no “pasar” de los problemas de los demás, a no permanecer inertes a las necesidades de nuestros hermanos, con la Parábola del Buen Samaritano.

El Señor es hoy bien claro: debemos amarlo con todas nuestras fuerzas, con todo nuestro corazón, con todo nuestro ser, ya que Él es nuestro único Dios, Creador y Padre; amor que implica también amar a nuestro prójimo, ya que es imposible amar a Dios si no amamos verdaderamente al hombre, que es hijo de Dios. Nos invita a descubrirlo en todo hombre y mujer que se acerca a nosotros y nos necesita. Debemos compartir ese amor que Dios tiene por cada uno de nosotros con nuestros hermanos, ya que como decía san Agustín "La medida del amor es amar sin medida". Hoy,el Señor, nos muestra el camino del amor invitándonos a recorrerlo como único camino hacia Él.

En la primera lectura del libro del Deuteronomio,Moisés nos dice: "todos mis mandamientos están muy a tu alcance: en tu boca y en tu corazón, para que puedas cumplirlos". La ley del Señor,no se parece a las leyes que nosotros conocemos,no es una ley cambiante, no es un acuerdo entre intereses humanos... Podemos decir, que la ley del Señor brota de lo que somos, de hecho, él mismo la ha puesto en nosotros. Los mandamientos de Dios están impresos en el corazón de cada uno de nosotros, estamos llamados a la conversión, a amar a nuestro prójimo sin reservas, a ser humildes en nuestro caminar diario.

El salmo que recitamos hoy "Humildes, buscad al Señor ,y revivirá vuestro corazón" ,nos transmite que con humildad debemos buscar a Dios, un Dios misericordioso que nunca abandona y que siempre nos muestra su infinita fidelidad.

 Pablo, en la segunda lectura, expresa bellamente la verdad de que la plenitud de la presencia y gracia de Dios, su cercanía con los hombres, se encuentra en Jesucristo, que es a la vez la imagen del Dios invisible y la cabeza de la Iglesia. De hecho, es en Jesucristo donde lo celestial y terrenal encuentran su punto de unión inquebrantable y su reconciliación.

El Evangelio de hoy en el que se narra la Parábola del Buen Samaritano, recalca el hecho de que el cumplimiento del mandamiento del amor es el camino a la cercanía y la amistad con Dios que nos lleva a la vida eterna. Desglosando un poco la parábola, podemos ver a quien representa cada uno de los personajes que aparecen: 
Jesús es el Buen Samaritano, el hombre es el asaltado al borde del camino de su felicidad, los ladrones son las tentaciones que nos encontramos en el día a día,el maligno y su afán destructor de nuestra humanidad y bondad. La posada es la Iglesia donde Dios (posadero) cura a todo el que se acerca, la cabalgadura es la cruz de Jesús donde lleva, sobre sus hombros,a toda la humanidad herida, el precio es su propia sangre, sangre derramada por nuestros pecados.


Nuestro encuentro con Dios se hace posible porque Él quiere encontrarse con nosotros revelando su voluntad a través de sus mandatos, a través de su hijo, Jesucristo, en el cual reside toda la plenitud, y a través del amor especialmente el amor al prójimo.

Gracias, Padre, porque en Cristo, que nos acompaña 
en la común travesía del desierto de la vida, 
el buen samaritano, 
sales siempre al encuentro 
del hombre maltrecho y caído.
Tú no nos dejas nunca solos 
en las lágrimas y en la noche,
sino que nos recoges 
en el hogar de tus manos de padre.
Con su ejemplo, nos enseñó Jesús, 
a no pasar de largo, 
ignorando al hermano necesitado 
que encontramos en la ruta.
Concédenos, Señor, imitar tu compasión 
y tu misericordia, 
para que, portándonos 
como prójimos de todo hombre y mujer, 
nos entreguemos a la apasionante tarea de 
amar a los hermanos. Así el amor 
será nuestra vida y nuestra identificación 
como verdaderos cristianos.
Amén.


lunes, 8 de julio de 2013

XIVº DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Durante todo el año, la Iglesia nos anima a vivir generosamente nuestra vida cristiana. Hoy celebramos el XIVº Domingo del Tiempo Ordinario y las lecturas que escuchamos anuncian la misión de la Iglesia. Todos somos enviados, Cristo enviado por el Padre, luego los apóstoles y ahora nosotros estamos para continuar la misión salvadora y difundir la paz y la auténtica alegría en el mundo entero. Siempre hay dificultades para la instauración del Reino de Dios, pero contamos con que la ternura amorosa de Dios es más fuerte que las fuerzas del mal.

Hoy, las lecturas que vamos a escuchar, este encuentro eucarístico que vamos a tener, nos empuja a valorar nuestra misión como cristianos: hemos de ser como aquellos discípulos, debemos testimoniar con nuestra vida y nuestras obras las enseñanzas de Jesús, llevando la Palabra de Dios, Palabra Viva a todos aquellos  con los que nos topamos por el camino en nuestro día a día y aún no le conocen, confiando plenamente en Él, sin miedo a la persecución, porque aunque el camino sea duro,el amor de Dios nos fortalece y nos da paz y alegría para 
seguir adelante.

En la primera lectura Isaías compara a Jerusalén con una madre fecunda. La ciudad ha sufrido mucho, pero Dios la colmara de alegría 
y la hará florecer.
En el salmo, alabamos la grandeza del Señor recitando: Aclama al Señor, tierra entera
En la segunda lectura, San Pablo nos invita reconocer a Cristo como nuestra norma de vida. Nos recuerda que solo por la Cruz, y con Cristo, llegaremos a la resurrección con Él. Animados por la gracia de Dios, por el Espíritu Santo, soportaremos las persecuciones y las dificultades, y nos sentiremos hombres y mujeres nuevos.

En el Evangelio de hoy, Jesús envía a sus discípulos para que testimonien y proclamen el nacimiento de un mundo nuevo, la venida del Reino de Dios, donde será destruido el mal y vendrá la paz. Por otro lado, nos recuerda cómo Jesús confía en nosotros para su misión y, además, nos promete su presencia y su recompensa en el final de los tiempos.

El Señor nos envía con la fuerza de la Eucaristía y nos confía la misión de dar testimonio de su amor y misericordia al mundo. A nosotros corresponde el trabajo y la dedicación para que se cumpla en el mundo el plan de Dios Padre. Somos enviados como Él fue enviado; vivamos como Él vivió.



Aquí estamos Señor para ser reflejo 
de tu amor incondicional y de tu paz .
Llevando al mundo esperanza, alegría
e ilusiones a los hombres que no la tienen
Aportando coraje donde exista debilidad
y caridad,donde surja la pobreza
Tu Reino, donde reine la injusticia
y tu vida, donde no te conozcan.
Aquí estamos, Señor.

jueves, 4 de julio de 2013

FIESTA FIN DE CURSO POSCOMUNIÓN


El próximo sábado día 6 de julio, tendrá lugar en el patio de la parroquia de Sta. Mª Micaela,la Fiesta de fin de curso del Grupo de Poscomunión.

Los jóvenes de nuestra Parroquia realizarán diversas actuaciones muy divertidas e interesantes.
Además de realizar una convivencia, en la barra como todos los años, se podrá degustar diversas tapas y caracoles a un módico precio, muy económico, de esta forma se podrá recaudar fondos para ayudar a estos jóvenes para que puedan irse de campamento este año.
La fiesta comenzará a las 21:00-21:30h. aproximadamente, así que si aún no tienes plan para este sábado ¡acércate y disfruta!